ESPAÑA: Desde Juan de Castilla
-Juan II de Castilla (1407-1454) subió al trono a los dos años de edad. Dejó un heredero de su primera mujer. -Al enviudar, se casó con otra portuguesa -con problemas psíquicos- y tuvo dos hijos: Isabel y Alfonso.-Murió el rey y subió al trono su heredero, Enrique IV, medio hermano de los otros dos, a quien la historia denominó el impotente. La primera mujer lo abandonó; el rey se casó con la hermana del rey de Portugal y tuvo con ella una hija, pero la llamaban la Beltraneja, pues intuían que era hija del favorito, Beltrán. Cuando Isabel y Alfonso fueron adolescentes, su medio hermano exigió que vivieran en la corte, lejos de su madre.Envenenan a Alfonso, el hermano de Isabel, siendo muy joven. Para dejarle el trono a Juana la Beltraneja, quiso casar Enrique IV a su media hermana Isabel con un noble español, que murió; luego con el hermano del rey de Francia, anciano achacoso y con serios problemas físicos, además de tullido, pero Isabel huyó y se casó en secreto con Fernando, hijo del rey de Aragón. Consumada la unión, Enrique IV llegó a un acuerdo con su media hermana. Él reinaría hasta su muerte e Isabel sería su heredera. Isabel y Fernando se convirtieron con el tiempo en los Reyes Católicos; así los tituló el Pontífice para que defendieran la fe católica en el Norte de Europa. Los dos grandes logros de los reyes de Castilla y Aragón fueron la conquista de Granada, uniendo el norte con el sur y la conquista de América en el mismo año: 1492. Europa pone su mirada en España y sus conquistas, convirtiéndose en una gran potencia. Su grave error fue la Inquisición, sugerida por el sacerdote de la reina Torquemada, que terminó en feroces matanzas de miles de inocentes quemados en la hoguera.Con sus herederos, Isabel y Fernando no tuvieron tanta suerte. Juan, el hijo varón, era tartamudo y le colgaba el labio: llevaba en sus genes el karma de su abuela materna. El heredero era el último sucesor de la dinastía española, pues Carlos nació y se educó en Flandes. Juan murió a los diez y nueve años; Margarita de Austria, hija del Emperador Maximiliano y hermana de Felipe el Hermoso, estuvo casada con él y luego de quedar viuda perdió en un parto prematuro al futuro heredero. Partió hacia Flandes, se casó por segunda vez y después de unos años de felicidad su marido murió; entonces su padre, Maximiliano le otorgó el título de gobernadora de los Países Bajos, además de confiarle la educación del futuro emperador Carlos V y tres de sus hermanas.
En Francia reinaba Luis XII. Juana se casó a los diez y siete años con Felipe el Hermoso, duque de Borgoña; tenía diez y ocho años, era bello, excelente bailarín, seductor, deportista, amante de la caza, de las mujeres, de la bebida y los juegos de cartas. Su padre, Maximiliano de Austria, se había casado con María de Borgoña, -única hija de Carlos el Temerario, quien le dejó en herencia a los Países Bajos y Borgoña. María murió en un accidente: se llevó una rama por delante mientras andaba a caballo. Maximiliano se quedó viudo, con dos hijos y muy triste.Juana de Castilla y Felipe el Hermoso quedaron tan flechados al conocerse que no pudieron esperar cuarenta y ocho horas y acudieron a un cura que los casara para poder tener relaciones esa misma tarde. La química fue enorme; todos los libros coinciden en ese aspecto. Felipe y Juana vivían entre Gante, Bruselas, Lovaina, Brabante, Ostende y Borgoña: era una de las cortes más ricas. Flandes dominaba el comercio por tierra y por mar. Castilla, en comparación era austera, sencilla y humilde.Juana adoraba a su marido y lo celaba de continuo; siendo un joven gallardo, lograba conquistar a las damas de la corte fácilmente.Felipe y Juana tuvieron seis hijos -dos varones y cuatro niñas- Unos hablaban francés y flamenco y otros, castellano; cuatro vivían en Flandes y los otros dos crecieron en España y hablaban castellano. Sólo se vieron muchos años después.La relación con su marido era excelente en el lecho nupcial, pues era el único momento en donde era dócil y sumisa: veía al varón, no al hombre; La condición psíquica de Juana empeoraba por los celos frente a su marido casquivano. Se pasaba días sin hablar, sin moverse ni comer. En sus ataques de furia, y desesperación todos huían pues podía herir a quien se aproximara. Echó a las damas de su corte, salvo una vieja y fea, por temor a las conquistas de su marido.La condición psíquica de Juana empeoraba frente a su marido casquivano. Su marido no podía con sus rabietas, gritos, y su constante negativa de firmar papeles para vengarse porque le era infiel. Juana vivía embarazada y en ese tiempo no se tocaba a una mujer por miedo a que sufriera un aborto. Juana en un acceso de celos le marcó la cara a una joven mora con un par de tijeras y le cortó el pelo además de rasguñarla y herirla.Juana viajó a España junto a su marido. Acababa de dar a luz una niña y viajaron porque ella como heredera, al morir su hermano y su hermana mayor debía recibir la obediencia de sus súbditos. En el ínterin, su marido, que no hablaba español, se aburría en esa corte tan austera, se llevaba mal con los españoles, pues le encantaba beber y el lujo. Partió dando como excusa que lo necesitaban en Flandes por asuntos urgentes. Sin embargo, se quedó varios meses en una ciudad de Austria, donde se divertía en su ambiente natal.Juana, de nuevo encinta, se quedó en España, pues su madre Isabel de Castilla estaba segura de que el viaje sería muy largo y peligroso para una mujer embarazada. En Castilla nació su segundo hijo varón, Fernando, que vivió con sus abuelos maternos desde ese momento. Cuando varios meses más tarde, Felipe le envió una carta donde la invitaba a regresar junto a él, Juana de inmediato deseó marcharse. Como su madre se encontraba afuera y no la dejaron partir se quedó dos noches en plena tormenta, amarrada a la reja, que le impedía ir en busca de su marido. Llegó su madre que, con caricias y palabras la pudo convencer de entrar en el castillo: dos días habían pasado. Juana era la tercera en línea de sucesión, pero al morir Juan e Isabel, su hermana mayor, Juana pasó a ser la heredera de España y América, Flandes, Austria y parte de Alemania. María, cuarto hijo de los reyes de España, se casó con Manuel de Portugal con el marido de su hermana Isabel, muerta en el parto muy joven. María tuvo varios hijos, entre ellos una hija bellísima, Isabel de Portugal, que se casó con Carlos V: Carlos e Isabel eran primos hermanos del lado paterno como del lado materno. Años más tarde es elegido emperador del Sacro Imperio Romano, título que deseaban Francisco I en Francia y Enrique VIII en Inglaterra, mayores que este jovencito sin experiencia.Carlos V visitó a su madre dos veces en el transcurso de su reino. La primera vez cuando llega, pues necesita un poder con el consentimiento de Juana para reinar. Ella lo firma, encantada de ver a dos de sus hijos luego de varios años. Tuvo ese momento de gran lucidez para entrar de nuevo en su prolongado silencio.Catalina, la hija menor española vive con ella. A los once años conoce a sus hermanos. Carlos mejora sus condiciones de vida, puede salir, cabalgar, tiene una corte con damas de su misma edad., divertirse. A los 18 del castillo parte para casarse con el futuro rey de Inglaterra. Su madre la vio alejarse con la mirada perdida. Su marido muere muy pronto y muy joven y siete años más tarde se casa con su cuñado el futuro Enrique VIII, rey de Inglaterra. Veinte años fueron felices hasta que apareció en el horizonte Ana de Bolena.El mismo año que abdica Carlos V muere su madre, tras cuarenta y siete años de encierro y no en buenas condiciones.Fernando, hijo de Juana, pero educado en España, no conoce a su hermano que, muy astutamente le cede el título de emperador de Alemania y Austria, dejándole a su hijo Felipe Nápoles, el Milanesado, Flandes, Borgoña, España y el continente de América más docena de islas por todo el mundo.Como futura heredera, los duques de Borgoña viajaron a España por segunda vez. La primera en 1502, para recibir el juramento de las cortes; la segunda, en 1504, luego de la muerte de su madre, para recibir el reino. En Burgos hubo una epidemia y Felipe cayó enfermo de sarampión. En el lecho lo visitó el rey Fernando, quien lo detestaba porque no deseaba a un extranjero en el trono de España, que ni siquiera hablaba el idioma y tenían otras costumbres. Continuaron el viaje pero nuevamente Felipe cayó enfermo con fiebres, vómitos y murió: era un hombre joven, fuerte y sano. Se sospechó de Fernando, que lo hubiera mandado envenenar, mientras se encontraba en el Sur.Juana quedó trastornada; viajaba con el ataúd a su lado; su mal recrudeció. Viajaba de pueblo en pueblo (estalló una epidemia) con el féretro embalsamado de su marido, de noche y con cirios encendidos; cada dos o tres días hacía abrir el sepulcro para ver que no lo habían cambiado. Llegaron a Tordecilla. Su padre intenta que firme la autorización de reinar él hasta la mayoría de edad de su nieto Carlos, pero ella se negó. Entonces su padre la encierra en en el castillo deTordecilla, sin demasiado confort y con guardias bien estrictos. Vivió encerrada cuarenta y siete años. Ya no se interesaba ver desde la ventana la iglesia donde descansaba el cadáver de su marido. Finalmente Felipe pudo descansar en la tumba de Granada, como era su deseo.Carlos V se hace cargo del trono español en Bruselas, lo cual los españoles no le perdonaron; se sentía flamenco, hablaba muy mal el español, necesitaba intérprete y los españoles no lo conocían ni lo querían. Los flamencos eran fastuosos, altivos y amantes de la cerveza que se fabricaba en su país; hubo revueltas, cuando Carlos llegó con su corte flamenca para reinar.Juana empeora, no se deja cambiar la ropa, ni lavar, y deben hacerlo a la fuerza. Pasa los días en la oscuridad, tirada sobre un almohadón, mirando fijo hacia el vacío. Exige que le dejen la comida afuera y luego de comer esconde los platos detrás del cofreo la cama. Vive en silencio y en la oscuridad.Juana murió el año que el emperador Carlos V abdicó, en 1555. El emperador vivió once años más en un convento en Yuste con un huerto, un jardín y habitaciones privadas. La herencia mental de Juana se transmitió a su nieto don Carlos, hijo de Felipe II, un psicópata cruel, raquítico, con fiebres interminables. No vio a su padre durante siete años, que estaba en Londres, casado con María Tudor, pero donde nunca obtuvo un papel representativo acorde a su rango.Se había casado a los diez y seis con su prima hermana, un año menor; al año quedó encinta y murió cuatro días después de dar a luz este varón, el príncipe Carlos, el futuro heredero. Felipe quedó desolado a sus diez y ocho años; se encerró durante semanas y vistió de luto toda su vida; con más de treinta años y muerta María Tudor se casa en terceras nupcias con la hija de los reyes de Francia; tenía quince años, era bella y muy querida por los españoles. Nacen dos niñas; murió de parto.Ya canoso, cuarentón, con gota y hemorroides, envejecido, desconfiado y deprimido, se casa por cuarta vez con Ana de Austria, otra prima hermana de veinte años que le dio varios hijos, siendo Felipe III finalmente su heredero, un príncipe abúlico, incapaz de tomar decisiones, dejando el poder en manos de su favorito, el duque de Olivares.Carlos V y Felipe II tenían momentos de gran acción y períodos de abulia. Carlos tenía siempre la boca abierta y un mentón hacia afuera; era tesonero y testarudo; había heredado ciertos rasgos psicológicos de la enfermedad de Juana, que los heredó de su abuela materna. Don Carlos fue encerrado y murió a los cinco meses de estar en prisión por amenazas e intrigas.El rey debió notificar a las cortes de Europa lo sucedido, porque se sospechaba que fue envenenado.
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Juan II de Castilla (1407-1454) subió al trono a los dos años de edad. Dejó un heredero de su primera mujer: el futuro Enrique IV. Al enviudar, se casó con otra portuguesa -con problemas psíquicos- y tuvo dos hijos: Isabel y Alfonso. Murió el rey y subió al trono el hijo mayor, Enrique IV, medio hermano de los otros dos, a quien la historia denominó el impotente. La primera mujer lo abandonó; el rey se casó de nuevo con la hermana del rey de Portugal y tuvo con ella una hija, pero la llamaban la Beltraneja, pues intuían que era hija del favorito, Beltrán. Cuando Isabel y Alfonso fueron adolescentes, su medio hermano exigió que vivieran en la corte, lejos de su madre.Envenenan al joven Alfonso, el hermano de Isabel, para dejarle el trono a su única hija, Juana la Beltraneja. Enrique IV quiso casar a su media hermana Isabel con un noble español, que murió; luego con el hermano del rey de Francia, anciano achacoso y con serios problemas físicos, además de tullido, pero Isabel huyó y se casó en secreto con Fernando, hijo del rey de Aragón. Consumada la unión, Enrique IV llegó a un acuerdo con su media hermana. Él reinaría hasta su muerte e Isabel sería su heredera. No le fue nada fácil a Isabel, hasta que el Pontífice tomó parte y Juana finalmente fue encerrada en un convento de por vida.
Isabel
y Fernando se convirtieron en los Reyes Católicos, nombrados de este modo por
el Papa con el fin de defender la fe católica en el Norte de Europa, donde su mayoría era protestante.
Isabel de Castilla era media hermana del rey Enrique. Su padre Juan se casó, tuvo ese hijo y la mujer murió. Se caso con la madre de Isabel y de Alfonso y murió cuando Isabel tenia 3 años.Enrique exigió que viniera a vivir a la Corte.El rey estaba casado con la hermana del rey de Portugal en segundas nupcias. Como Enrique no tuvo hijos con la primera mujer a quien luego de 7 años repudió y tampoco tenia hijos con la segunda, pasó a la historia con el apodo del Impotente.Cuando la reina tuvo una hija la llamaron la Beltraneja pues decían que era hija del favorito del rey. Muere el hermano de Isabel, Alfonso muy joven y valiente; dijeron que fue envenenado.El rey Enrique y sobre todo la reina querían casar a Isabel con el rey de Portugal, cuñado del rey. Isabel se niega; quieren casarla con el hermano del rey de Francia, anciano, contrahecho y También se niega.Isabel huye a Valladolid perseguida por su hermano. Fernando de Aragón y ella se casan una semana después. Era muy bello; excelente soldado y campeón en las justas. Ella le hizo firmar unos documentos donde sería la Reina de Castilla mientras Fernando tendría el título de rey consorte. Castilla y Aragón unidos serán la base de la unión de España.Durante 5 años más reiné su hermano desde Zaragoza: era débil e incapaz. Dejaba su reino a los Señores feudales mientras los paisanos sufrían las perdidas de sus cosechas. Tampoco era seguro que el comercio llegara a destino por los asaltos en el camino.El padre de Fernando reinaba en Aragón, Le cedió a su hijo el titulo de rey de Sicilia y príncipe de Aragón. Había perdido varias posiciones, entre ellas Nápoles y Fernando luchó por conquistarla contra el rey de Francia durante años. Francia estaba mejor equipada para la guerra.
Isabel y Fernando conquistaron la Alhambra y
luego Granada, último bastión de los infieles. El dinero de los judíos
los ayudó a armarse pero cometieron la peor de las injusticias. Los
católicos persiguieron a los herejes, los cuales seguían profesando su religión
a escondidas y también a los judíos, echándolos de su reino, sin poder llevar
ni dinero, ni plata ni oro ni joyas. Eran quienes socorrieron a los reyes para
la conquista de Granada y de la Alhambra. Fue un acto cruel e
injusto.
Isabel
y Fernando se convirtieron en los Reyes Católicos, nombrados de este modo por
el Papa con el fin de defender la fe católica en el Norte de Europa, donde su mayoría era protestante.
Los
dos grandes logros de los reyes de Castilla y Aragón fueron la
conquista de Granada y la conquista de América por Colón, en 1492. Europa
puso su mirada en España y sus conquistas, convirtiéndose en una gran
potencia.
Su
grave error fue la Inquisición, sugerida por el sacerdote
Torquemada, confesor de la reina, que terminó en feroces matanzas de inocentes.
Con
sus herederos, los reyes no tuvieron tanta suerte. Juan, el hijo varón, era
tartamudo y le colgaba el labio: llevaba en sus genes el karma de su abuela
materna. El heredero era el último sucesor de la dinastía española, pues
Carlos nació y se educó en Flandes.
Juan
murió a los diez y nueve años; Margarita de Austria, hija del Emperador
Maximiliano y hermana de Felipe el Hermoso, estuvo casada con el
heredero español y tuvo un parto prematuro, luego de quedar viuda.
Partió
hacia Flandes; se casó por segunda vez y -después de unos años de felicidad- su
marido murió. Su padre, Maximiliano le otorgó el título de gobernadora de los
Países Bajos, además de confiarle la educación del futuro
emperador, Carlos y de tres de sus hermanas.
(En
Francia reinaba Luis XII).
Juana
se casó a los diez y siete años con Felipe el Hermoso, duque de Borgoña; tenía diez y ocho años, era bello,
excelente bailarín, seductor, deportista, amante de la caza, de las
mujeres, de la bebida y de los juegos de cartas. Su padre, Maximiliano de
Austria, se había casado con María de Borgoña, -única hija de Carlos el
Temerario, que le dejó en herencia los Países Bajos y Borgoña-. María
murió en un accidente mientras andaba a caballo; se llevó una rama por delante.
Maximiliano quedó viudo, con dos hijos y muy triste.
Juana
y Felipe quedaron tan flechados al conocerse que no pudieron esperar cuarenta y
ocho horas y acudieron a un cura para que los casara para poder tener
relaciones esa misma tarde. La química fue enorme; todos los libros coinciden
en este aspecto.
Felipe
y Juana vivían entre Gante, Bruselas, Lovaina, Brabante, Ostende y
Borgoña: era una de las cortes más ricas y lujosas. Flandes dominaba el
comercio por tierra y por mar. Castilla, en comparación era austera, sencilla y
humilde.
Juana
adoraba a su marido y lo celaba de continuo; siendo un joven gallardo
lograba conquistar a las damas de la
corte fácilmente.
Felipe
y Juana tuvieron seis hijos -dos varones y cuatro niñas-.
Unos
hablaban francés y flamenco y otros, castellano. Cuatro vivían en Flandes; los
otros dos crecieron en España y hablaban castellano. Sólo se vieron muchos años
después.
La
relación con su marido era excelente en el lecho nupcial, pues era el único
momento en donde era dócil y sumisa: veía al varón, no al hombre. La
condición psíquica de Juana empeoraba por los celos frente a su marido
casquivano. Se pasaba días sin hablar, sin moverse ni comer. En sus ataques de
furia, y desesperación todos huían de su cercanía pues podía herir a
quien se aproximara. Echó a las damas de su corte, salvo una vieja
anciana fea, por temor a las conquistas de su marido.
La
condición psíquica de Juana empeoraba frente a su marido casquivano. Su
marido no podía con sus rabietas, gritos, y su constante negativa de
firmar papeles para vengarse, porque le era infiel. Juana vivía embarazada y en ese
tiempo no se tocaba a una mujer por miedo a que sufriera un aborto.
Juana en un acceso de celos le marcó la cara a una joven mora con un par
de tijeras y le cortó el pelo además de los rasguños y heridas.
Juana
se lavaba el pelo varias veces por día, signo preocupante. Felipe
quería quitarle las cautivas moras que estaban en su corte, diciendo que le
enseñaban malos hábitos.
Juana
viajó a España junto a su marido. Acababa de dar a luz una niña y
viajaron porque -al ser la heredera- debía
recibir la obediencia de sus súbditos. En el interín, su marido, que
no hablaba español, se aburría en esa corte tan austera, se llevaba mal
con los españoles, no hablaba su lengua y le encantaba beber y el lujo;
dando como excusa que lo necesitaban en Flandes partió por asuntos urgentes.
Sin embargo, Felipe se quedó varios meses en una ciudad de Austria, donde se
divertía en su ambiente natal.
Juana,
de nuevo encinta, se quedó en España, pues su madre Isabel de Castilla estaba
segura que el viaje sería muy largo y peligroso para una mujer embarazada. Aquí
nació su segundo hijo varón, Fernando, que vivió con sus abuelos maternos desde
ese momento.
Cuando
Felipe le envió una carta donde la invitaba a regresar junto a él,
Juana de inmediato deseó marcharse. Como su madre se encontraba afuera y
no la dejaron partir se quedó dos noches en plena tormenta, lluvia y un frío
helado, amarrada a la reja, que le impedía ir en busca de su marido. Llegó
su madre que, con caricias y palabras tiernas, la pudo convencer de entrar al
castillo: dos días habían pasado.
Juana
era la tercera en línea de sucesión. Al morir Juan, el único varón, y su
hermana mayor, Isabel, Juana pasaba a ser la heredera de España, América,
Flandes, Austria y parte de Alemania. María, otra hija de los reyes de España, se
casó con Manuel de Portugal, el marido de su hermana Isabel, muerta en el parto
muy joven. María tuvo varios hijos, entre ellos una hija bellísima,
Isabel de Portugal, que se casaría con Carlos V: Carlos e Isabel eran primos
hermanos del lado paterno como del lado materno.
Años
más tarde es elegido emperador del Sacro Imperio Romano, título que deseaban
también Francisco I, en Francia, y Enrique VIII, en Inglaterra, mayores que
este jovenzuelo sin experiencia, que hablaba francés, y muy mal
castellano.
Carlos
V ve a su madre dos veces en el transcurso de su reino. La primera vez cuando
llega, pues necesita un poder en conjunto con el consentimiento de Juana
para reinar. Ella lo firma, encantada y feliz de ver a su hijo. Tuvo un momento de gran lucidez para
entrar de nuevo en su prolongado silencio.
Catalina,
la hija menor española, vivía con ella. A los once años conoce a
sus hermanos. Carlos mejora sus condiciones de vida; puede salir, cabalgar,
tiene una corte con damas de su misma edad. Sale a los 18 años de Tordesillas
para casarse.
El
mismo año que abdica Carlos V muere su madre, tras cuarenta y siete años
encerrada y en malas condiciones físicas y psíquicas.
Fernando,
hijo de Juana, pero educado en España, no conoce a su hermano que, muy
astutamente le cede el título de emperador de Alemania y Austria, dejándole a
su hijo Felipe Nápoles, el Milanesado, Flandes, Borgoña, España y el
continente de América más docena de islas por todo el mundo.
Como
futura heredera, los duques de Borgoña viajaron a España por segunda vez. La
primera, en 1502, para recibir el juramento de las cortes; la segunda, en 1504,
luego de la muerte de su madre, para recibir el reino. En Burgos hubo una
epidemia y Felipe cayó enfermo de sarampión. En el lecho lo visitó el rey
Fernando, quien lo detestaba, porque no deseaba un extranjero en el trono de
España, que ni siquiera hablaba el idioma y tenía otras costumbres. Continuaron
el viaje pero nuevamente Felipe cayó enfermo con fiebres, vómitos y
murió. No había causa para que esto sucediera: era un hombre joven,
fuerte y sano. Se sospechó de Fernando, que lo hubiera mandado envenenar,
mientras él se encontraba en el Sur de España.
Juana
quedó trastornada; viajaba de noche con el ataúd a su lado y el cadáver
embalsamado; su mal recrudeció. Viajaba de pueblo en pueblo (estalló una
epidemia) con el féretro embalsamado de su marido, viajando de noche y con
cirios encendidos; cada dos o tres días hacía abrir el sepulcro para ver
si lo habían cambiado. Llegaron a Tordesillas. Su padre intentó que firme
la autorización de reinar en su lugar hasta la mayoría de edad de su hijo
Carlos, pero ella se negó. Entonces su padre la encierra en unas húmedas habitaciones
en el castillo de Tordesillas, en la planta baja, sin demasiado
confort y con guardias bien severos.
La
hija menor, Catalina, mejora sus condiciones de vida cuando su hermano la
conoce en Tordesillas; le otorga una corte de jóvenes como ella, puede salir,
cabalgar, divertirse. Vive en otra ala del castillo. A los diez y ocho
años parte para casarse. Su madre la vio alejarse con la mirada perdida. Vivió
encerrada cuarenta y siete años.
Ya no
se interesaba ver desde la ventana la iglesia donde descasaba el cadáver
de su marido. Finalmente Felipe pudo descansar en la tumba de Granada,
como era su deseo.
Carlos
V se hizo cargo del trono español en Bruselas, lo cual los españoles no
le perdonaron; se sentía flamenco, hablaba muy mal el español, necesitaba
intérpretes y los españoles no lo conocían ni lo querían. Los flamencos
eran fastuosos, altivos, amantes de la cerveza
fabricada en su país; hubo varias revueltas, cuando llegó con
su corte flamenca para reinar. Pasa a ver
a su madre, presentándole un poder que ella accedió a firmar. La visitó una
vez más en todos esos años sin preocuparse sobre su estado.
Juana
empeora, no se deja cambiar la ropa interior, ni lavar y deben hacerlo a la
fuerza. Pasa los días en la oscuridad, tirada sobre un almohadón, mirando fijo
el vacío. Exige que le dejen la comida afuera y luego de comer esconde los
platos detrás del cofre, la cama etc. Vive en silencio y en la oscuridad.
Por
qué Carlos V no hizo nada para mejorar las condiciones de su madre, que
estaba bajo el cuidado de un duque nombrado por él y su mujer. Tal vez no se sintió seguro
que lo aceptaran.
Juana
murió el año que el emperador abdicó en 1555. El emperador vivió once
años más en un convento en Yuste con su propio jardín, un huerto y un
departamento privado.
La
herencia mental de Juana se transmitió a su nieto don Carlos, un
psicópata cruel, raquítico, con fiebres interminables y débil. No veía,
a su padre, que estaba en Londres, casado con María Tudor, donde
nunca su mujer, le concedió en siete
años un papel representativo acorde a su
rango.
Se
había casado a los diez y seis con su prima hermana, un año menor;
al año quedó encinta y murió cuatro días después de dar a
luz este varón demente , el futuro heredero de España.
Felipe
quedó desolado a sus diez y ocho años; se encerró durante semanas y
vistió de luto toda su vida; muerta María
Tudor se casa en terceras nupcias con la hija de los reyes de
Francia, de quince años, bella y muy querida por los españoles, que le da
dos niñas; murió de parto. Ya canoso, cuarentón, con gota y hemorroides,
envejecido, desconfiado y deprimido, se casa por cuarta vez
con Ana de Austria, prima hermana, veinte años menor, que le dio varios hijos, siendo Felipe
III su heredero, un príncipe abúlico, incapaz de tomar
decisiones, dejando el poder en manos de su favorito.
Carlos
V y Felipe II tenían momentos de gran acción y momentos de abulia. Carlos
tenía siempre la boca abierta y un mentón hacia afuera; era tesonero y
testarudo; habían heredados ciertos rasgos psicológicos de la enfermedad de
Juana, que los heredó de su abuela materna. Pero peor fue su bisnieto don
Carlos, hijo mayor de Felipe II que fue encerrado, pues tramaba asesinar a su
padre: murió a los cinco meses de estar en prisión.
El
rey tuvo que escribir notificando a las cortes de Europa lo
sucedido, pues se sospechaba que hubiera sido envenenado.
Al poco tiempo de la conquista comenzó La Inquisición con Torquemada al frente. Una época triste para España, que no debió existir jamás, con torturas para extraer confesiones a los judíos convictos al principio, a los moros después y finalmente exilarlos pero sin llegar dinero encima. En el camino los asaltaban y les quitaba sus pocas pertenencias. Fue muy injusto, pues ellos con su dinero contribuyó para vencer en Granada y así fueron recompensados.
Colón se asomaba con su descubrimiento a América, sus
cofres llenos de perlas e indígenas atados con grillos.
España aumentó sus riquezas de modo considerable, pero
los dramas de la familia se sucedieron en pocos años. Murió Juan, el heredero,
dejando a su mujer preñada, Margarita, la hermana de Felipe el Hermoso, que
pierde el hijo antes de nacer; aborto natural causado por la gran pena. Al poco
tiempo Juan de Portugal e Isabel, -hija de los reyes Católicos-
tienen un hijo, pero ella muere en el parto; el heredero de Castilla y de
Portugal muere a los pocos meses e Isabel de derrumbó, sin reponerse de los
golpes del destino.
Se entera que su hija Juana de Borgoña, casada con Felipe
el Hermoso tiene problemas mentales aumentados por los celos que le
provocaba su marido con otras damiselas, el bello hijo de Maximiliano de
Austria.
Su hija María se casa con el ex marido, viudo de su
hermana Isabel para conservar Portugal. Era el rey Manuel
Isabel no pudo soportar tanta amargura por la muerte de
sus hijos y la heredera debilitada mentalmente, heredera del reino que con
tanto esfuerzo forjaron ella como reina de Castilla y su marido como rey de
Aragón, Murió en Medina del Campo, en la decena de sus cincuenta años.
La pelea y las guerras por conquistar su herencia
continuó. Fue un error. Buscar guerras tan lejos de su patria y pelear con
Francia que era un ejército invencible y mejor equipado para la guerra, una
gran equivocación.
Cuando muere Fernando de Aragón, Juana es encerrada
ser en un castillo por orden de su padre, el cual quería gobernar hasta que
Carlos tuviera edad suficiente pero Juan se negó a firma el acuerdo.
Carlos V de Alemania y I de España, a sus escasos diez y seis años toma el
poder y comienza la lucha por ser nombrado emperador, lo cual consigue a
sus 25/26 años.
En e 1555 abdicó a favor de su hijo, Felipe II, que entre
guerras en diferentes lugares hizo que sus riquezas traídas de América y su
reino llegaba paulatinamente con su hijo Felipe III y su nieto, Felipe IV a un
total declive.
Es